TORTURAS HOY Y AHORA
Las fotos que exhibimos son solo algunas de las que la madre de B.O.N., un joven de 20 años, acercó el día martes 17 de agosto a la sede de la Asociación Civil de Familiares de Detenidos en Cárceles Federales. Junto con las imágenes, la mamá de B., entregó un texto que relata lo que le pasó a su hijo, durante los últimos meses, en cárceles federales:
"El día 17/10/2010 B., nacido el 15/07/1991 fue alojado en la unidad del servicio penitenciario de Ezeiza (Se refiere al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza) Siendo “primario” mi hijo comenzó un calvario infinito de golpizas, las cuales dejaron secuelas psicológicas, morales y físicas."
Luego, la madre relata el modo en que su hijo fue conducido a firmar un juicio abreviado:
"Yo como madre mi dirigí al juzgado donde se encontraba su defensora (...) allí realice la denuncia por las golpizas diarias que recibía mi hijo, estas dejaron secuelas, le reventaron el tímpano del oído izquierdo, cada visita que iba a verlo él tenía hematomas en distintas parte del cuerpo; VIVIA SANCIONADO, en esas sanciones era torturado vilmente. NUNCA falte a las visitas porque temía que me lo entreguen en un cajón (...) soy una persona humilde y me manejo con los defensores del ESTADO. Vivía en el juzgado contándoles las penurias que soportaba mi hijo, JAMAS la defensora se dirigió a hablar con mi hijo. Lo único que hizo la defensora fue llamarlo para HABLAR el asunto del abreviado; él se negaba a ir al juzgado porque estaba engripado y con mucha fiebre, al negarse fue golpeado ferozmente y durante el trayecto hacia el juzgado siguieron golpeándolo y para “diversión” de los penitenciarios fue rociado con gas pimienta; en ese momento mi hijo casi se muere porque estaba congestionado."
Cuando la defensora pide verlo, los penitenciarios se lo niegan, diciéndole que estaba "re drogado":
"Ante esta situación la abogada ordenó que lo traigan porque lo quería ver y sacar sus propias conclusiones, los penitenciarios de negaron al principio. B. fue llevado a la oficina de su defensora y vio que mi hijo no estaba drogado, ella lo encontró perturbado y aturdido, pregunto el motivo por el cual se hallaba en esas condiciones."
La madre de B. relata el modo en que se le habría hecho firmar un juicio abreviado a su hijo, quien no estaba en condiciones como para decidir si era o no favorable para él:
"Le dijeron que tenía que firmar un “ACTA DE PRESENCIA” el no podía leer, se sintió presionado y no pudo firmar, lo que hizo fue “GARABATO” porque sabía que no podía firmar sin antes leer el “ACTA” ante la presión no tubo alternativa. Hubo promesas de la “pulsera” (arresto domiciliario). Antes de retirarse del juzgado le dijeron a mi hijo “NOS VEMOS EN LA PROXIMA PARA FIRMAR EL ABREVIADO, SI ESTAS DE ACUERDO”.
Y luego, la madre de B. relata torturas parecidas a las que es posible escuchar por parte de testigos en los juicios contra el terrorismo de estado:
"El 20 de Julio de 2010 fue trasladado junto con otros menores al anexo de la unidad 24 de jóvenes adultos modulo 5 pabellón 8. En este establecimiento se aplican los mismos métodos de tortura que en Ezeiza porque los penitenciarios son los mismos que estaban en Ezeiza; considero que estos métodos están TOTALMENTE PROHIBIDOS y sé que no estoy errada con lo que digo. Todos los chicos del penal pasan por lo mismo lo he visto en visita (chicos con muletas, en sillas de ruedas, ojos morados) las madres quieren hacer las denuncias pero los chicos no quieren porque tienen miedo que les pase algo peor.
En este penal mi hijo cumplió sus 20 años el día 15/7; una semana antes los penitenciarios le dijeron “N. TENEMOS UN LINDO REGALO PARA VOS POR TU CUMPLEAÑOS QUE TE VA A GUSTAR MUCHO”. El 16/7 fui a la visita mi hijo se encontraba en perfectas condiciones, ese mismo día a las 18:30 hubo una discusión con el jefe de la visita, casualmente era “el día del penitenciario” y los mismos estaban festejando en “HORARIO DE TRABAJO” comiendo asado y tomando vino. Yo no sé como permiten que trabajen en esas condiciones, de una pequeña discusión casi me lo devuelven en un cajón. El jefe de visita M. junto con 6 penitenciarios mas lo torturaron, “MI HIJO FUE LA DIVERSION DEL DIA DEL PENITENCIARIO” TORTURADO desde las 18:30 hs a 20:30 hs; se turnaban para darle palazos en la planta del pie “el pata pata” tal es así que le quebraron 3 dedos 2 de un lado del pie y un dedo del otro pie, las piernas golpeadas (quedaron negras), y no conforme con esto apagaron cigarrillos en su cuerpo y lo quemaron con encendedores las plantas de los dos pies y el hombro, su oído izquierdo fue aplastado por los borcegos de los penitenciarios, recibió “TROMPADAS” en la cara, boca y ojos también patadas en la cabeza y para terminar el “PAÑOLERO” tuvo INTENCION DE VIOLACION. Durante toda la tortura mi hijo estuvo esposado y atado con ganchos de pies y manos, después de la tortura lo hicieron caminar de rodillas porque no sentía las piernas a la ducha de agua helada, lo arrastraban de la ropa y le pegaban trompadas en la cabeza, B. estuvo una hora bajo el agua helada (en pleno invierno) después de eso le dieron un sedante (pichicata) y lo dejaron tirado en la celda de los locos. Mi hijo estaba shockeado, desorientado y cansado de que lo verdugeen dijo “SI NO ME DEJAN DE VERDUGUEAR EN ESTE MOMENTO ME MUERO PORQUE ME SIENTO MUY MAL NO PUEDO CAMINAR MAS”.
Al ingresar una nueva guardia, y observar el estado de B., lo trasladaron al Hospital de la Unidad 24, de Marcos Paz, donde, según relata su madre, volvió a padecer torturas y corrió riesgo su vida:
"A los 20 días de estar en la unidad 24 no sé cómo pero el lugar se incendio, ninguno de los penitenciarios socorrió a los chicos; mi hijo solo y como pudo se paro y saco a tres chicos que estaban con él, cuando vinieron a apagar el fuego había mucho humo por ende Brian inhalo mucho monóxido de carbono. Los penitenciarios buscaban a mi hijo entre el humo con linternas, Brian vio que venían con palos y utilizó su silla de ruedas como escudo gracias a esto no recibió TANTOS golpes, pero aun así le dieron un palazo en la cabeza que le dejo un tajo de 10 centímetros y esta con puntos, como si fuera poco tiene nuevos golpes y ahora le rompieron el tobillo donde tiene los dos dedos rotos."
Como le sucedería a cualquier madre o padre que viera y escuchara a su hijo en esas condiciones, L. está aterrorizada, y teme por la vida de su hijo:
"Quiero decir que estoy atemorizada porque esto parece un campo de concentración nazista y me recuerda a la época de los militares. Yo como madre les pido a ustedes que son madres por favor ayúdenme S.O.S estoy desesperada porque mi hijo corre peligro. Estoy enterada que los vidrios del “hospitalito” están todos pintados lo cual quiere decir que pude volver a haber un incendio o una muerte y nadie sabe nada. Estoy segura de que le hicieron esto a mi hijo por las denuncias que realice por las torturas que recibió en el complejo penitenciario de Marcos Paz modulo 8 pabellón 5 (Anexo 5 de la unidad 24). Yo quiero saber hasta dónde vamos a llegar con todas las aboliciones que hacen en contra de los derechos humanos (...)"
Finalmente, hace un llamado, que es una súplica desesperada:
"POR FAVOR les pido que realicen una intervención inmediata. Y les pido a las madres de los penales que no se callen la boca, cuantos más seamos menos chicos van a sufrir y de a poco vamos a ponerle fin a las torturas inhumanas."
Desde la Asociación de Familiares de Detenidos en Cárceles Federales y del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos, hemos hecho llegar estas fotos y este relato a la Secretaría de Justicia, al Director del Servicio Penitenciario Federal y a la Secretaría de Derechos Humanos. La madre de B., además, hizo la correspondiente denuncia judicial, el 29 de julio de 2011, ante el Juzgado Federal 2 de Morón, Secretaría 6. La vida y la integridad física de B.O.N. está en manos de todas esas autoridades.
La difusión de esta denuncia tiene por objeto, no solo proteger la vida de B. y acompañar a su madre; sino también reclamar, una vez más, por la implementación del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, para que las organizaciones sociales y de derechos humanos que trabajamos en la defensa de los derechos de las personas privadas de libertad podamos controlar lo que sucede dentro de las instituciones de encierro, evitando así la aplicación de torturas y tratos inhumanos y degradantes como los descritos por la madre de B., que no son de ningún modo un hecho aislado, sino un ejemplo de una práctica cotidiana, habitual, tolerada y, en la mayoría de los casos, impune.
Asociación Civil de Familiares de Detenidos en Cárceles Federales (ACiFAD)
Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC)
Contacto:
Andrea Casamento: 1555577824
Claudia Cesaroni: 1544045299
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