viernes, 25 de enero de 2013

¿CUÁL ES EL LÍMITE, LA FRONTERA DEL CASTIGO?



¿CUÁL ES EL LÍMITE, LA FRONTERA DEL CASTIGO?


Es la frase que extractamos  para titular esta carta que aquí publicamos textualmente de una persona privada de libertad a quien preservamos su nombre, el penal donde se encuentra y el juzgado de ejecución por cuestiones de seguridad, con el fin de dar testimonio de las condiciones que aún prevalecen en los establecimientos del Servicio Penitenciario Federal.

A quien corresponda:
Vengo a través de la misma a expresarles las condiciones de mi actual alojamiento, y por la misma solicitarles algún tipo de solución, ya que mi Juzgado Nacional de Ejecución Penal se demuestra desentendido del tema.
Que es lo que debo padecer para que me saquen de esta Unidad. Qué es, o cuál, el grado de degradación que debo padecer. ¿Cuál es el límite, la frontera del castigo?
Esta Unidad es un caos. Existen anomalías en todas las aéreas, en todos los ámbitos, de todas las perspectivas. La ley se cumple por una sola de las partes, la que representa mi encierro. No existe aquí “contrato social” y, si existe, ya ha sido derogado unilateralmente por la institución que no cumple ninguna de las cláusulas que le corresponde.
Primero y principal cita el cartel de ingreso Colonia Penal, mal calificada, ya que recibimos un trato y un alojamiento de Máxima Seguridad, un campo de concentración moderno. Va mas allá de que no exista un muro alrededor de la unidad. Solo se ve una calle a más de 100 metros, y de una ventana del pabellón, la cual no alcanzando con los barrotes también posee un emparrillado. Los patios tienen muros como de 7 metros con alambrado. El patio de este pabellón no tiene más de 8 bancos y somos 40 internos. Si salimos a jugar a la pelota y por mala casualidad pasa el muro, el personal de requisa cobra siempre algo, lo que sea está bien, para devolverla, tal cual una Aduana Nacional (el mismo síntoma de aduana existe cuando nosotros recibimos una encomienda). Si no pagamos perdemos la pelota, que en ocasiones debemos comprar los presos ya que no es provista por el área de educación. El horario de patio por la tarde es de 15 a 16:30 hs., estando todos en él cierran la puerta, llueva, nieve o truene hasta las 16:30. Bajo ningún motivo nos permiten reintegrarnos antes, o sea que no es una libre elección permanecer sino una obligación.
Para bañarse no existe bajo ningún concepto privacidad. Primero no tiene puerta, y segundo son caños con 3 canillas cada uno ninguna división de nada. Las llaves de las “duchas” son una de cada una, abrís y sale, jamás lo podés regular. Si el calefón está fuerte te quemás y si está bajo te enfriás. No tenemos un libre acceso al calefón, o sea que sale así y así está, no lo podemos regular para nada. Prima el exagerado concepto de “seguridad” por sobre cualquier lógica. A parte de esto, la única boca de desagote que posee se tapa siempre. Entonces te bañas y se empieza a inundar, luego tenés que secar medio pabellón.
Continuando con los sanitarios, dos pozos para orinar de los cuales a uno no le sale agua y, en ese sector no existe una canilla, dos inodoros de los cuales a ambos se les escapa toda el agua por abajo, entonces siempre están inundados. Dos y dos para cuarenta internos. Seis piletas de mesada, tres no funcionan y, a las otras tres se les escapa el agua por abajo mojándote los pies, aparte de que es muy factible de que se tapen, pues, al carecer de agua caliente los elementos grasos coagulan y obstruyen la cañería con gran facilidad.
Los servicios sanitarios a los cuales tenemos acceso se encuentran en deplorable estado, aparte de ser insalubres, son degradantes, crueles e inhumanos.
Otro detalle de las instalaciones que es tan real y muy simple como cualquiera de estos problemas es el agua y el gas. En todas, y lo se mas allá de que no haya pasado por todas las unidades, en todas en el verano se corta el agua y por el invierno se corta el gas. Nunca días enteros, siempre horas. Pero la desesperación existe en ambas estaciones. Excusas, que la bomba no funciona, que es para toda la unidad, que el problema es de afuera. Siempre pregunté a cada persona originaria de esa ciudad y las calles tienen agua, de la misma forma el gas. A mi criterio, y como dije sucede en todos lados, es una especie de castigo, de agregar castigo, como si hiciera falta. Es una acusación de mi punto de vista no comprobable pero si resaltable.
Hace semanas que en esta unidad por el calor se viene cortando el agua, o casualidad 16:25, antes de que nos reintegren del patio, varios días a la semana. En esos días cuando el agua volvía a salir, de todas las canillas abríamos y cargábamos baldes y botellas por si se volvía a cortar, y de las canillas salían plumas, lombrices y pedacitos de cucarachas u otra fauna, tierra o algo así viscoso. Seguro que la paloma completa no pasa por el caño del agua, sino también verían salir. Esta es el agua que debemos beber expuestos a cualquier enfermedad. Pero ¿qué están esperando para limpiar los tanques, que se intoxique toda la población?.
Cuatro hornallas para 40 internos, de las cuales dos funcionan bajo y, una pierde mucho gas y de a ratos se apaga ¿Cómo hacemos para cocinar bien? No se puede. Y, si no fuese por la buena voluntad de los propios presos, que se turnan entre ellos, sería este tema fuente permanente de conflictos, que así y todo no se evitan totalmente.
Trayendo el tema de la cocina y la comida la situación es muy grave. Para cocinar no ingresa más que salchichas, fideos y arroz. Estos por cantina, la cual es un tema aparte. No permiten el ingreso de sustancias en polvo y tampoco las proveen, y si no poseo dinero tampoco las adquiero por cantina, como la leche en polvo, algo tan esencial para la adecuada alimentación. Frutas y verduras, la misma cuestión, no las proveen, no las venden y la mayoría no ingresan.
El presupuesto de la comida que existe por interno puede ser muy alto y para la mejor comida, pero lo que a nosotros nos llega, lo que nos dan, es hasta incomible. Carne prácticamente no existe en nuestro menú. Huesos viejos con muy poca carne y mucha grasa, de la misma manera la “carne picada”, la verdad deseo jamás llegar a ver que es todo lo que le pican. Pero estoy seguro de que es poca carne, grasa y tendones o cuero. En varias oportunidades a las carnes las encontramos crudas o semi cocidas por arriba. Sin que esto sea en absoluto responsabilidad del personal que allí trabaja, puesto que aun cambiando el personal, no cambia la modalidad.
Esto de cocido por arriba se debe a que muchas veces, o la mayoría nosotros reciclamos la comida para tratar de arreglarla un poco. Entonces crudo viene hasta las verduras, (de esta misma manera, crudo o semi cocido la entregan en los calabozos de aislamiento). Pero si a mí me tienen que entregar la comida completamente cocida y saludable, entonces como viene cruda nosotros la tenemos que cocinar. Si podemos cocinar, lo cual es excelente, ¿Por qué motivo no ingresa y no venden mercadería cruda? ¿No me puedo alimentar adecuadamente ni aún a mi costo?.
Retomando al menú, como dije, verduras crudas, papa con zapallo, muchas veces o solo papa o solo zapallo, solo lechuga, jamás tomate, tomate ni aún en la salsa de la pizza que ésta la hacen con zanahoria, cebolla y masa, el queso brilla por su ausencia la mayoría de las veces.
Las empanadas también vienen con esa “carne picada”, que en más de una ocasión no pueden disimular el olor a podrido. Repollo o polenta. Pollo, jamás más que una alita por tapper, o un cogote, obvio que crudo o cas. Viejo y/o re pasado. Ah! las papas muchas veces también vienen pasadas, con raíces.
Leche no entregan,  in en polvo ni líquida. No ingresa por depósito ni encomienda. Solo por cantina, otra vez ¿y si no tengo plata en el disponible? De la misma manera todo lo que sea en polvo, gelatina, flan, harina, bizcochuelo, talco. Nada ingresa, solo por cantina. La excusa que se esgrime es que los presos usan los elementos en polvo para entrar drogas. Así se castiga a justos que no pueden consumir productos de despensa por acciones atribuidas a otros presos, en una ilegal forma de transferencia de culpa, y de la incompetencia para requisar. El ejemplo por el absurdo, sería que, puesto que alguien saldrá a correr picadas, se prohíba salir a todo automovilista. Galletitas rellenas ninguna, solo por cantina. Verduras solo ingresa zanahoria, cebolla, morrón, ajo, y no en todas las guardias, legumbres y solo en lata, también solo por cantina. Jugos también, o líquidos o en polvo pero solo por cantina. Curiosa forma de hacer negocio mediante la prohibición.
Ahora la cantina, aparte de todo esto que solo de esta forma ingresa, algo claro y real, casi la mayoría de los precios se encuentran alterados de 0,50 hasta los $15, más caro que en cualquier almacén de barrio de la ciudad o lo que se ve publicado en diarios locales. ¿A qué se debe y cómo la alteración de los precios, y por qué robarle al preso su sueldo que es lo único que lo va a ayudar en la sociedad y mundo capitalista que vivimos? ¿Cuál es el negocio que entraman, aparte de la mordida, alternando los precios de esta manera? ¿Cuántos son los beneficiarios con este accionar siniestro? ¿Por qué los perjudicados, y en las peores situaciones, somos todos los reos? Entonces vuelvo a preguntar ¿Cuál es el límite para el castigo? Y por el mismo lado ¿Dónde está toda la comida adecuada y en buen estado? ¿Dónde están los impuestos de nuestras familias y de toda la sociedad?.
¿Qué buena “reinserción” se puede tener si jamás nos alimentamos bien?, ¿de qué forma va a llegar uno a “reflexionar” por el delito cometido? ¿A qué razonamientos viables favorablemente va a llegar uno sino a una incoherencia, a un resentimiento y hasta una reincidencia? ¿Qué ejemplos tenemos?
Retomando las instalaciones, en mi celda actualmente, ahora, me encuentro con una manta estirada en el piso y el colchón arriba, sentado sobre el colchón, el cual deja mucho que desear, y escribiendo sobre la cama ya que ésta se encuentra demasiado torcida y me es imposible dormir sobre ella. Mi ropa, del otro costado de la cama por el hecho de que las celdas no poseen taquillas. Solo una mesa amurada a la pared en la cual tengo libros, y algunas cosas de higiene que algún compañero me a sabido brindar. Nada más. Si tengo necesidades fisiológicas o en una botella o en una bolsa, según sean aguas mayores o menores, y por la ventana el descarte, al patio que luego usan compañeros de otros pabellones, pero ¿qué otra opción me queda? Tendría que soportar el olor hasta la mañana siguiente. ¡¿Mis necesidades en una botella o en una bolsa?! ¿Nadie se ha puesto a pensar cuanto afecta la dignidad, como se siente la persona al tener que hacer esto?.
Interruptor de la luz por dentro de las celdas no hay, o duermo con la luz prendida o no escribo esto, ya que la lámpara se encuentra a más de 3 metros del suelo.
Un detalle significante que tiene que ver con las puertas de las celdas y que se desentiende de las instalaciones. Las puertas son tan pesadas y tan duras que no se hinchan, las cerraduras funcionan perfecto, a la puerta la empuja cualquiera despacio y cierra óptima cada noche al momento del reintegro a las celdas, de 0hs a 6hs. Siendo una colonia penal este encierro no debería existir, obvio que debería poder acceder al baño conforme mis necesidades, pero no. Bueno, a las 12, al momento de cerrar las puertas se empieza a escuchar de los pabellones enfrentados al patio, plum, plum, plum. Todas las puertas, bien fuerte y claro. Cuando llegan a las puertas de éste pabellón, lo mismo. De manera abierta a 90º miran dentro de la celda, haciendo un gesto con la cabeza de aprobación, y la empujan con fuerza, generando un sonido de golpe tan fuerte que estoy seguro ellos no imaginan como se escucha y la sensación de desprecio que uno capta, de parte de personas que vienen y actúan como si fuesen inocentes de toda infracción. También es justo decir que hay personal penitenciario que tiene la consideración de no actuar así, demostrando que toda regla tiene su excepción.
Continuando con la insalubridad, algo triste de “acostumbrarse”, pero no por ello desagradable de aceptar es ver en todos lados, en todos lados, cucarachas. Desde que salten de las paredes a la olla de uno cocinando, ni hablar de las celdas, o hasta en una leonera, baños, pasillos, etc. En donde sea siempre va ha haber cucarachas. Esta inhumanidad, más allá de que nos traten como animales, se debe a que la unidad, las unidades, no proveen los insumos necesarios para una adecuada higienización. A parte de que jamás fumigan. Interrumpiendo de esta manera nuestra propia reglamentación, violando nuestra propia autodisciplina. Ignorando nuestra vida.
Nótese el constante trato de animales que recibimos, que padecemos. Lamentablemente esto no solo sucede en esta “Colonia Penal” sino en todas las Unidades de la República; y es obvio que a mí se me están escapando cientos, miles de derechos avasallados, debido a mi escaso entendimiento pero no por ello mucho menos. Es clara la insalubridad que existe inhumana en la unidad con respecto a las instalaciones, en el alojamiento, en la comida, en el trato, en los suministros, todo a la impunidad de tratos crueles y degradantes, violando clara y sistemáticamente todos nuestros derechos.
Todas las áreas, o todos los funcionarios asignados a las áreas, funcionan a gusto propio y hasta en conjunto anormalmente.
Tanto el jefe de trabajo como el subdirector, no atienden audiencias para que peticionemos un empleo de dignificación y capacitación. No permiten una adecuada “readaptación” interrumpiendo nuestra progresividad y, luego en conjunto con todas las áreas, nos castigan con la quita de puntos por no cumplir con nuestras obligaciones. Estando preso adquirí el oficio de carpintero, y ya que es el único empleo que ya poseo para el momento de mi egreso, deseo mucho perfeccionarlo. Y como acá, en la cárcel, el que manda es el carcelero, para él, o ellos, yo no tengo el derecho de trabajar. Confirmando esto, que la cárcel es más un moderno campo de concentración que una “institución de resocialización”. Yo habiendo solicitado en varias oportunidades, y confirmando que han sacado internos a este taller, noto una gran diferenciación hacia mi persona, perjudicándome y excluyéndome de la tan necesitada capacitación laboral. Excluyéndome de la adquisición de un peculio, de un salario mínimo, vital y móvil, desestabilizando mi persona, mi familia y mi futuro.
De la misma manera, el área administrativa retrasa, cuando uno lo solicita, el fondo de reserva hasta 2 meses, haciendo caso omiso a nuestra necesidad privándonos de acceder a nuestra propiedad agravando esto aún más nuestra situación. Esta área ligada íntimamente con la de suministros manipulan nuestros sueldos y con lo que de ellos hagamos. Manipulan nuestros insumos y a su vez nuestra estabilidad física y moral.
Continuando con los suministros, ahora de Asistencia Médica, estos jamás llegan a ser tangibles, disipándose en algún momento, en algún punto, en alguna mano. Cuando un interno padece algún mal, para todos los síntomas y aún hasta para la mayoría de los casos, aplican calmantes inyectables; pocas veces nos proveen comprimidos. Si tengo dolor de cabeza jamás poseen una bayaspirina, un diclofenac, un ibuprofeno, sería soñar que nos faciliten un paracetamol, y por este dolor, excepto que sea crónico, no puedo aceptar un inyectable. Si algún interno necesita un medicamento especial, salvo para enfermedades terminales, el área no lo provee, excusando que ni en el hospital de la ciudad hay, entonces formulan un informe de petición detallando la necesidad y el presupuesto (mas allá de que la unidad posee un fondo para las necesidades de esta área). Este informe lo envían a Bs. As., el cual demora más de un mes en responder. Regresa de forma favorable pero solicitan que se rectifique y ractifique el presupuesto solicitado. Si por mala suerte, en este tiempo de ida y vuelta a Bs. As., algo cambió y se necesita más, se reformula el informe y todo vuelve a empezar. Bueno, se rectifica el presupuesto, y para que lleguen los fondos del mismo pueden pasar amplios meses. Desmesurada burocratización.
O sea que la medicación para una enfermedad tarda entre 4 y 5 meses, y otros pares más si la enfermedad se agravó, para curarla. Sumarle a esto el stress que uno padece, ellos lo ven como signo de impaciencia e involución en el tratamiento. Existe un fondo destinado a nuestra adecuada asistencia médica, y en él no se ponen a cumplir con sus deberes ninguna de las dos áreas, dejando expuesta su inadecuada ineficiencia.
Y ni hablar de la asistencia odontológica. La crueldad con la que manipulan la dentadura del preso; ellos no extraen piezas, ellos arrancan dientes. En la mayoría de los casos sino arrancan un diente efectúan una limpieza superficial y colocan una pasta provisoria (de 2 o 3 días para que se salga). De esta manera sucesivamente hasta que el interno ya no soporta la dilatación de tiempo a promesas de que la semana que viene van a ingresar los insumos necesarios, llegando tal punto de sufrimiento que uno prefiere que se la arranquen, que se la sustraigan de cualquier manera, cansado de no poder dormir, ni comer, solo desea acabar con esa tortura.
Tómese idea de la cantidad de inyectables que podemos llegar a soportar, aun sabiendo la insalubridad que el exceso de estos genera, con las esperanzas de no perder un diente, que como todo virus, hasta no dejarnos desdentados no para.
Dientes que brindan estética y buena presencia, por los cuales uno va a recibir un trabajo o un adecuado vínculo social, porque, no nos mientamos, quien acepta, más allá de un familiar o allegado, a un ex preso y encima que le faltan todos los dientes. La discriminación social es real y no se debería alimentar en sus ámbitos de ninguna manera.
Recuerdo algo con respecto a los calmantes que nos propinan que no puedo dejar pasar por alto. Si en algún horario fuera del de atención, de 9 a 15, se osa molestar al enfermero para que nos atienda, éste con la peor de las voluntades nos propina el inyectable, como a un animal, tal cual un veterinario, haciendo caso omiso a nuestra queja del dolor por el mismo.
Es tan ineficiente, tan deficiente, y tan perjudicial el trato que recibimos. Es tanto el desprecio, por ser presos, que recibimos de parte de la mayoría de los funcionarios que viven de nuestro sufrimiento.
Algo más que me viene a la memoria y no puedo dejar de pasar es que él área médica, como ya dije, no provee los correspondientes medicamentos, la unidad no permite el ingreso de ninguna manera, y por cantina tampoco están autorizados. Ignorando de esta manera los conceptos, y aún para ellos, mas básicos de la ejecución de la pena.
De la misma manera el área e asistencia social no agiliza los trámites para que podamos acceder tanto a un hospital público, como a una clínica privada, y en caso de que así sea debemos responder a una invasiva encuesta, como para todos los trámites de esta área, con intimidades familiares y personales, desinteresándose del problema real que uno plantéa. De esta manera retrasan también, y porque no perjudicando a nuestros familiares, todo trámite legal que por manos de ella tenga que pasar, tanto la visita hacia un familiar con enfermedad terminal, un fallecimiento, para el parto de un hijo y hasta el reconocimiento del mismo, hasta para que ingrese una nueva visita dan vueltas, a su vez se desentienden de un alojamiento apropiado para facilitarnos los vínculos. Para todo retrasan y dilatan el tiempo de forma que a nosotros se nos agraven los derechos aún mas, como si hiciese falta, y actuando aún peor, con criterio propio, y no como la reglamentación manda para una mejor readaptación.
Por último, y no por ello mucho menos, sino todo lo contrario, las visitas, la disciplina y el trato con el personal, todo correspondiente a la jefatura de Seguridad Interna, la cual debería estar dispuesta con el fin de brindarnos seguridad y un trato justo e imparcial, no tormentos, maltratos, torturas, sumisiones y degradaciones. Reprimiendo nuestra persona a lo mas bajo, nuestro espíritu a lo mas oscuro. Ellos son jueces, fiscales, querellantes, y aun peor a esto delincuentes, ellos manipulan nuestra integridad y nuestro estado como mejor les place; con impunidad e ignorando todos los sentidos de nuestra existencia, ellos se consideran dueños de nuestra vida.
Para las visitas, aparte de que dificultan el ingreso, para todas las visitas, atrasan el ingreso, el retiro de plata y aún el depósito. Ésta no es una unidad de miles de internos, somos un poco mas de 400, y no debería a la visita llevarte toda la mañana formular alguna de estas actividades. Y al momento de que los atienden lo hacen de mala gana. Triste también el trato que recibe la visita ya que ellos mismos temen formular cualquier tipo de denuncia por “terror” a las represalias que nosotros podamos llegar a padecer. Miedo de reclamar que ingrese algo que en la guardia anterior pasó, y es probable que esta misma a los dos días lo permita, miedo hasta de reclamarles, un mejor trato.
La mejor influencia a que un preso podría someterse, la única que le aporta un rayo de luz, un soplo de cariño en su vida, la relación con los suyos, queda sistemáticamente prohibida. Y además, nosotros estamos presos, cometimos un delito, lo tenemos que pagar, lo que sea, ¿pero nuestros familiares, también tienen que pagar?
Y llegando al más incoherente de los deberes de estos funcionarios, “seguridad”. Conservar algo, preservarlo, cuidarlo ¿A nosotros? ¿A la sociedad de nosotros? ¿A las leyes? Cualquiera de las formas se contradice a si misma, ya que la teoría de que el fin justifica los medios no es universal, mas bien somos víctimas de una práctica anarquista sistémica.
La más leve infracción de disciplina, si es que ellos no la inventan, significa el castigo mas grave. Todo castigo lleva a otro. Y por la persecución nos llevan a la locura. Se hace todo lo posible para matar completamente nuestra voluntad. No solemos tener posibilidades de elegir entre dos opciones, se atrofian enseguida los buenos sentimientos. La energía corporal positiva se esfuma lentamente.
Tuve la desgracia de que en esta unidad me sancionaran con días de calabozo, desconozco los calabozos de 2.000 años atrás pero seguro no eran mucho peor que los de hoy en día. (se presentó con fecha 4/12/12 denuncia por sanción al juzgado de ejecución correspondiente como recurso de amparo) Mi juzgado de ejecución se lavó las manos, dejándome expuesto vaya a saber a que destino, abandonando mi persona en las mismas manos que me torturaron, secuestraron y robaron. Omitiéndose de mis más crueles, inhumanos y degradantes padecimientos. Hasta el día de la fecha me dejó ignorando que me iba a deparar.
De la misma manera recibimos trato de todas las áreas ya que todas a su vez son una, Consejo Correccional o Criminológico). Como sea, ellos en conjunto son los que, más que seguro mintiéndose son los que a nosotros nos resocializan. Dese una idea de la gravedad del caso, este cuerpo colegiado, como mal ellos se califican, este rebaño de jefes de áreas, estos incoherentes e irresponsables, estos sicarios, ruines y mezquinos, estas “personas” son las que se encargan de nosotros, los presos. Estas personas son las responsables de toda reincidencia. Estas personas con el sufrimiento y tormento de los presos se consideran dueños y mejores que nosotros. Estas personas amplían el resentimiento en una condena que a ellos y solo a ellos los beneficia. El régimen carcelario además de su función de retener y custodiar, también tortura y castiga.
La ejecución de la pena por finalidad tiene que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley ¿Y cómo hacerlo? Si ignoran todo respeto propio por la dignidad humana,  por la vida, integridad personal, igualdad de trato, a peticionar ante las autoridades, a la libertad de expresión y de conciencia, a la defensa, a no ser discriminado, a la salud, al trabajo, a la educación y recreación.
Violando los principios de la normativa nacional vigente en materia de Derechos Humanos, la Constitución pasando hasta por el preámbulo y los artículos 9, 14, 14bis, 15, 16, 17, 18, 19, 22, 28, 31, 33, 36, 41, 42 y 43.
Como entendemos nosotros los presos, que esta institución perteneciente a la justicia, tiene más poder que la misma justicia. Supera ampliamente mi entendimiento, sino es que la cárcel lo atrofió del todo. Pero no por ello dejo de preguntarme ¿Cuál es el ejemplo que a nosotros nos inculcan como “dignidad social”?

1 comentario:

  1. Me parece bien escrita la carta, pero falta total de autocrítica a evidenciada en varias frases y me surge un pensamiento: ahora se acordó del "contrato social" y de la civilización y derechos ? Que paso cuando cometió el delito que lo condenó ? Las victimas pudieron exigirle o más bien rogarle por respeto, Articulos de la constitución nacional (preámbulo incluido) y demás pactos sobre derechos humanos ? O se tuvieron que aguantar sin más lo que este señor les impuso por la fuerza ???

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